domingo, 10 de mayo de 2009

Chernobil, el ejemplo a tener en cuenta



El accidente de Chernobil producido el 26 de abril de 1986 es el modelo de catástrofe tecnológica que debe de tomarse como referencia para intentar evitar sucesos similares en el futuro. El escape radiactivo que tuvo lugar en el tercer reactor del cuarto de pruebas de esta central fue tal que su expansión llegó incluso a países circundantes a Ucrania. Sus consecuencias fueron desastrosas y aún persisten en Chernobil, donde sólo la población más anciana se niega a abandonar el lugar. Los estudios realizados en esta ciudad han comprobado que la central no cumplía con los requisitos de seguridad establecidos en esa época, por lo que se debe considerar este desastre un gran error humano.
España cuenta con siete centrales nucleares. Una de ellas, la central de Santa María de Garoña ha cumplido este mes 38 años y se encuentra en la actualidad parada por problemas en el reactor. El grupo Greenpeace y otras organizaciones ambientales llevan ya tiempo detrás de una campaña que intenta dar fin a la actividad nuclear de esta central, pues la consideran anticuada y peligrosa para la población y el medio ambiente. Sin embargo, el gobierno se resiste a cerrarla definitivamente hasta no oír los “informes preceptivos”.
Sin duda es un problema bastante delicado y que requiere toda la atención que se merece, pues un descuido humano puede tener catastróficas consecuencias, como ya se vio en Chernobil, donde se pudo comprobar que la tecnología también se puede poner en nuestra contra.

Para más información, visita las siguientes páginas web:
www.eldiariomontanes.es/20090425/sociedad/destacados/gobierno-decidira-cierra-garona-20090425.html
www.elmundo.es/elmundo/2009/05/10/ciencia/1241976343.html